La Isla de Margarita
Los sitios que llegan a parecerse al paraíso son escasos. Si hubiese muchos lugares en la Tierra que recordaran el lugar de la felicidad, el valor de la dicha habría desaparecido. Algunos sostienen que la luz que ilumina la isla es el secreto, otros le confieren a la ubicación el motivo de la belleza. Lo cierto es que Margarita es la casa de la alegría. Con la maravilla de sus playas bastaría, pero a ellas se suma la región incógnita de Macanao, y el istmo de La Restinga, con su laberinto de manglares.
La isla es bendición de la mirada. Basta subirse a la elevación que preside una ensenada para que el mar nos prodigue el horizonte, basta aquietarse en una playa y ver la caída incesante de las olas. A las ofrendas de la naturaleza se suman las que los hombres levantan: sigue siendo Margarita el recinto de la paz, no hay cárceles. Sus pobladores y visitantes viven al margen de las iniquidades del mundo. El afán de todos es hacer de la vialidad una trama suficiente, de los servicios algo efectivo, del cuido ambiental una ley, de la comida una fiesta. El placer y la serenidad se dan la mano bajo una sombrilla de playa. Son muchos los que han visto Margarita cuando han soñado con el paraíso. Cada quien lo ubica en un recodo distinto de la isla, incluso algunos dicen haber soñado con él al alejarse por mar o por cielo, cuando lo mejor queda en la memoria. No faltan los que sostienen que la isla no existe, que es una creación maravillosa de la imaginación, siempre capaz de construir lo óptimo. No sólo las perlas sedujeron al colonizador español, también quedó hipnotizado por la generosidad de la isla. Ni pantanos. ni pestes, ni el cielo encapotado, ni las piedras de las playas, ni la violencia de los acantilados. encontraron estos hombres en aquel oasis del Caribe. Quizás sea la misma sensación la que buscan miles de temporadistas que acuden a Margarita cuantas veces pueden. Algo ofrece aquella tierra consentida por el mar que nadie ha podido explicar. Una vez que se pisa suelo de Nueva Esparta difícilmente puede olvidarse su influjo. Un secreto a voces corre entre los iniciados: ¿acaso no es un culto lo que logra Margarita a su alrededor? Si el mar la rodea impaciente, igual ocurre con los que la aman, imantados. Playa El Agua. Turismo de Margarita, Venezuela. La ruta del sur Porlamar, fundada en 1536 como Pueblo de la Mar, es actualmente la ciudad más populosa de la isla. Su condición de puerto libre la ha convertido en el centro del comercio y la actividad turística: en las avenidas Santiago Mariño y 4 de Mayo y en los bulevares cercanos a la plaza Bolívar, usted podrá adquirir una gran variedad de artículos nacionales e importados libres de impuesto. Porlamar es también el centro de la actividad cultural y nocturna; aquí podrá visitar el Museo de Arte Contemporáneo Francisco Narváez, con su exposición permanente de las obras de este conocido escultor y pintor margariteño, la iglesia de San Nicolás de Bari, frente a la plaza Bolívar, y diversos establecimientos, como discotecas, piano bares y bingos. Si quiere salir de Porlamar, puede optar por acercarse al monumento natural Laguna Las Marites, donde el bullicio de la ciudad es sustituido por el débil llamado de las garzas, o buscar algo de acción en playa El Yaque, considerado uno de los mejores sitios en el mundo para la práctica del windsurfing. Con la suave caricia del Caribe Esta ruta cobra vida en las playas de Margarita, que acompañadas por un mar Caribe de tonos y fuerza cambiantes, ofrecen a los visitantes inmejorables oportunidades para el descanso, la práctica de deportes acuáticos y la recreación. El recorrido se inicia muy cerca de Porlamar, en las playas Moreno, El Ángel y Varadero. Playa El Ángel debe su nombre a un saliente en la roca que semejaba un ángel con las alas extendidas y que ahora es representado por una escultura. Es una playa de agua cálida y oleaje suave, al igual que Moreno y Varadero; en esta última encontrará servicios de alquiler de toldos y restaurante. A pocos kilómetros está Pampatar, que en el idioma de los Indios guaiquerí, antiguos pobladores de Margarita, quiere decir 'pueblo de la sal', haciendo referencia a las salinas que se encuentran al norte del puerto. Pampatar fue fundada alrededor de 1530 en una bahía profunda de gran belleza, donde podrá disfrutar de una playa tranquila y de agradable temperatura. En Pampatar se mantienen importantes edificaciones coloniales, como la Casa Amarilla (actual sede del Fondo para el Desarrollo de Nueva Esparta, Fondene) y la iglesia del Santísimo Cristo del Buen Viaje, construidas al resguardo del castillo San Carlos Borromeo, un fuerte militar que protegía la bahía y el puerto. En el extremo este del pueblo se encuentra el camino que sube hasta la pequeña fortificación de La Caranta, desde donde se puede apreciar el islote rocoso conocido como El Farallón, lugar recomendado para la práctica de buceo. Desde Pampatar podrá seguir el recorrido por las playas más populares de la isla, alineadas sobre la costa este. En los patios de las casas dispersas a lo largo de la carretera se aprecian frondosos árboles, cuya sombra refresca el caluroso ambiente de la costa, entre los cuales destaca el guayacán, árbol emblemático del estado Nueva Esparta. Siguiendo la señalización podrá acercarse hasta playa Guacuco y recorrer sus dos kilómetros de arenas de color rojizo. De oleaje suave, su nombre se debe a la abundancia de este molusco, que habita bajo la arena, con el que se preparan empanadas, conservas y la renombrada crema de guacuco, considerada un potente afrodisíaco. Más adelante, la carretera pasa por el valle que separa los cerros Guayamurí y Matasiete, protegidos como monumento natural desde 1974. El cerro Matasiete es, además, un monumento histórico, que celebra el triunfo de un grupo de patriotas sobre el ejército español en 1817. La ruta sigue hacia playa Cardón y El Tirano, dos playas oceánicas de suave arena blanca, ubicadas entre los apacibles pueblos de pescadores conocidos como El Cardón y Puerto Fermín. En este último, conocido también como El Tirano, desembarcó en 1561 el aventurero español Lope de Aguirre, conocido como el Tirano Aguirre debido a la fama adquirida por sus crímenes y desacatos a la autoridad real. Entre Puerto Fermín y Manzanillo la carretera bordea la costa y atraviesa un terreno plano donde predominan los cujíes y guamachos. Aquí se encuentran playa Parguito, de fina arena blanca y fuertes olas, que la hacen muy popular entre los que practican el surfing; y playa El Agua, una concurrida playa oceánica de arena fina, sembrada con varias filas de cocoteros que brindan agradable sombra. Frente a estas costas se observan las islas Los Frailes, uno de los sitios recomendados para el buceo y la contemplación de la vida submarina. Al norte la costa es más escarpada y la carretera atraviesa una cadena de cerros que, en ocasiones, literalmente se adentran en el mar. Aquí se encuentran las poblaciones de Manzanillo y Pedro González, con sus encantadoras bahías y la tradicional simpatía de los pueblos de pescadores. Las playas del norte son más profundas, frías y de oleaje fuerte, como Puerto Viejo y Puerto Cruz, en donde se evidencia el contraste entre la arquitectura tradicional venezolana y las nuevas edificaciones destinadas al turismo de lujo. Este paisaje de acantilados que se desploman junto al mar continúa y sólo es interrumpido por playas como Zaragoza y Caribe, hasta llegar a Juangriego y La Galera, célebres bahías que ofrecen uno de los paisajes más pintorescos del recorrido. Playa El Agua. Turismo de Margarita, Venezuela La población de Juangriego, escenario de sangrientas batallas durante la guerra por la independencia de Venezuela, es el más importante centro de comercio y desarrollo turístico del norte de la isla. Aquí tuvo su origen el título de neoespartanos, con el que se llamó a los pobladores de la isla por su heroísmo y resistencia a la rendición. Los niños margariteños rememoran con sus narraciones la historia de la batalla que, iniciándose sobre una colina en el Fortín de La Galera, terminó en la marisma cercana, conocida anteriormente como Laguna Salada y renombrada como Laguna de Los Mártires, en memoria de los que allí murieron. En Juangriego podrá hospedarse, o disfrutar del plácido ambiente de la bahía, que al atardecer se adorna con crepúsculos plenos de matices, mientras se degustan los exquisitos platos preparados con productos del mar, en alguno de los diversos restaurantes ubicados a la orilla de la playa. Clima de montaña en una isla tropical En esta ruta lo acompañará un paisaje de valles, colinas y montañas cubiertos por un mosaico de vegetación que va desde los bosques secos de las faldas hasta los bosques húmedos de las cimas, donde las nubes descargan la humedad proveniente de su paso por el mar Caribe y favorecen la aparición de abundantes helechos, bromelias y palmas. Desde la avenida Jóvito Villalba en Porlamar, siga hacia la circunvalación Mercado de Conejeros, donde encontrará el cruce a El Valle del Espíritu Santo. Este pueblo, fundado por Isabel Manrique de Villalobos, fue la capital original de la isla hasta 1594, cuando a la muerte del último de los Villalobos, se trasladó a La Asunción. A un lado de la sombreada plaza Santiago Mariño está el santuario de la Virgen del Valle, patrona de oriente y las islas de Venezuela, venerada particularmente por navegantes y pescadores. Las festividades de la Virgen del Valle se celebran entre el 7 yel 15 de septiembre. El día 8, creyentes de todo el país peregrinan hasta el santuario y la isla se paraliza casi totalmente. Diagonal a la iglesia se encuentra la casa natal del héroe margariteño Santiago Mariño, actualmente convertida en un museo de arte. Desde El Valle el camino sigue hacia La Sierra. Esta vía da acceso a un área montañosa, protegida desde 1974 como Parque Nacional Cerro Copey-Jóvito Villaba, donde se encuentran las nacientes de los principales ríos y quebradas de la isla. En las faldas de estas montañas destacan árboles como el Copey, el Indio desnudo y el Araguaney (árbol nacional de Venezuela) y no es raro observar aves como el gonzalito margariteño, el tordo negro de Margarita o el tucuso barranquero, de fascinantes colores tornasolados. Más arriba el ambiente es húmedo y la vegetación recibe el nombre de bosque nublado, porque permanece cubierta de nubes gran parte del año. Aquí encontramos palmas, abundancia de lianas y diversidad de helechos, orquídeas y bromelias. Hacia la cumbre, las plantas presentan una particular forma achaparrada y no sobrepasan los dos metros de altura, ya que su crecimiento es frenado por los fuertes vientos que chocan con la montaña. Bajando cerro Copey y antes de entrar a La Asunción, un desvío lo conducirá hasta el castillo de Santa Rosa, una de las construcciones coloniales edificadas para la defensa de los fértiles valles de Santa Lucía, donde se ubica la actual capital del estado Nueva Esparta. En este castillo estuvo presa Luisa Cáceres de Arismendi, esposa del héroe margariteño Juan Bautista Arismendi, recordada por su gran valor y fortaleza. La catedral de La Asunción fue construida en el siglo XVI y constituye un ejemplo de diseño arquitectónico, repetido numerosas veces en el resto del país. La Casa Capitular, donde funcionaba el gobierno colonial, es actualmente la sede de la Biblioteca y el Museo de Nueva Cádiz, y cuenta con una exhibición de piezas de la época colonial y una interesante maqueta de Margarita. La Asamblea Legislativa funciona en un monasterio franciscano del siglo XVI, en una de cuyas esquinas se encuentra un reloj de sol que data de 1612. Como una extensión de esta ruta, en el poblado de La Fuente podrá visitar el lugar conocido como "El conuco del abuelo", donde una familia del lugar lo conducirá en un sencillo y ameno recorrido por el patio trasero de su casa, ambientado según la usanza y costumbres de la Margarita de finales del siglo XIX. Macanao es Margarita, al natural Naturaleza agreste, playas solitarias y vírgenes, aves emblemáticas y tradiciones ancestrales forman parte del recorrido por los pueblos, montañas, valles y playas de Macanao. La hermosa península nos permite conocer hoy la vida de la Margarita de ayer, ya que el puente que comunica el sector occidental con el resto de la isla fue construido en 1963 y hasta ese año, Macanao estuvo desligada de los cambios que ocurrían en el lado oriental de Margarita. Para dirigirse a la península de Macanao conduzca desde Porlamar, tomando la vía que va hacia el oeste (Aeropuerto-Punta de Piedras), cruzando hacia el norte en el aviso de La Restinga-Boca de Río. En el extremo sur de la península se encuentra Boca del Río, su principal poblado, donde podrá visitar el Museo del Mar de la Universidad de Oriente, ubicado a la entrada del pueblo. Allí se exhibe una colección de osamentas de mamíferos marinos y peces, además de una variedad de conchas del mar Caribe y de otros mares del mundo. Ya en Macanao, el visitante podrá experimentar el contacto con la naturaleza, observar la vida silvestre y disfrutar de playas solitarias. El paisaje agreste está dominado por una fila de cerros que recorren la península de este a oeste, de la cual se desprenden varios ramales que encierran el valle de San Francisco. Las poblaciones de San Francisco, Boca del Río, Boca del Pozo, Robledal y El Tunal, austeras como el paisaje, sobreviven principalmente dedicadas a la pesca y la extracción de arena de las canteras. En Macanao tendrá la oportunidad de observar las aves típicas de ambientes semidesérticos, como la emblemática cotorra margariteña, que al atardecer cruza en bandadas hacia los valles donde pasa la noche. El cardenal, de intenso color rojo, compite con la tonalidad de los frutos del cactus melón, conocido como pichigüey, y el amarillo naranja del turpial se equipara con los bellos atardeceres de las playas de Macanao. Desde Boca del Río se llega por carretera de asfalto hasta la playa de Punta Arenas, una playa caribeña de aguas tranquilas y claras, cuyas arenas están llenas de vida: jaibas, cangrejos ermitaños, lochas y estrellas de mar. Bordeando la costa se llega a Boca del Pozo y Robledal, pueblos típicos de pescadores donde podrá apreciar la carpintería de ribera, y a playa La Pared, hacia el norte. Si su vehículo es de doble tracción, podrá aventurarse y conocer playas como El Faro, La Mula y La Auyama. Dos islas unidas por una restinga Margarita está formada, en realidad, por dos islas unidas a través de una estrecha barra de arena, que ha favorecido la consolidación de extensos bosques de manglar y lagunas costeras con un alto valor biológico y paisajístico. Estos ambientes constituyen uno de los principales atractivos naturales de la isla y, debido a su importancia ecológica, se encuentran protegidos como Parque Nacional Laguna de La Restinga, bajo la administración del Instituto Nacional de Parques. Para dirigirse al Parque Nacional Laguna de La Restinga, conduzca desde Porlamar por la autopista Porlamar-Punta de Piedras, girando hacia el norte en el aviso La Restinga-Boca de Río. En esta vía, entre Los Gómez y Chacachacare, podrá observar dos cerros cónicos separados por una depresión y cubiertos por cardones, cujíes y tunas. La silueta de estos cerros vista desde lejos recuerda los senos de una mujer, por lo que son conocidos como las Tetas de María Guevara, realzando la memoria de una valiente y emprendedora cumanesa que vivió en la isla. Ambos cerros, junto con varias lagunas costeras de las cercanías, integran el monumento natural Las Tetas de María Guevara, también bajo protección del Instituto Nacional de Parques. Frente a la bahía de Chacachacare podrá adquirir y saborear variadas delicias del mar, incluyendo la muy cotizada langosta. A unos 36 kilómetros de Porlamar está la entrada al Parque Nacional Laguna de La Restinga, donde encontrará facilidades para estacionar su vehículo. A ambos lados del muelle principal están amarradas las embarcaciones en las que, en grupos de cinco personas, lo llevarán a recorrer la laguna. Destacan en este recorrido los espejos de agua de las lagunas y los densos bosques de árboles resistentes al medio salobre, conocidos como manglares. Numerosas especies de aves residentes y migratorias buscan refugio en las copas de los árboles y encuentran alimento en la laguna, donde la intrincada maraña de raíces crea una variedad de ambientes en los que crecen y se fijan gran número de organismos. La visita al manglar es, sin duda, una experiencia llena de interesantes descubrimientos, y a la vez, un paseo relajante y seductor. Canales e islas de manglar en la laguna de La Restinga. Turismo de Margarita, Venezuela. Al finalizar el recorrido, el lanchero podrá desembarcarlo en el muelle de la playa o Ilevarlo de regreso al embarcadero principal. Si su elección es la playa, acuerde con el capitán del bote la hora a la que desea regresar y disfrute de su estadía en una de las playas más largas del mundo. Playa La Restinga, con sus diez kilómetros de largo y su arena formada por finos restos de conchas, le ofrece el agua más cálida entre las playas oceánicas de la isla. Esta extensa barra es una atractiva opción para los que buscan la combinación de sol y mar, aunque también protege un área de anidación de tortugas marinas y es el hábitat de numerosos guacucos y chipichipis, que viven bajo la arena. Respete las normas de los usuarios de un Parque Nacional y sólo lleve de regreso el recuerdo de una agradable estadía. Coche y Cubagua, eternas compañeras Las islas de Coche y Cubagua, junto con Margarita, integran el estado Nueva Esparta. Ambas islas son ramales sumergidos de la cordillera de la Costa y sus mayores alturas sólo alcanzan los 70 metros. El nombre de Coche proviene de una palabra indígena que significa 'venado', animal que se cree abundaba en la isla antes de la llegada de los españoles. Los habitantes de la capital San Pedro de Coche y de los pueblos de El Bichar, Güinima, El Amparo y El Guamache viven de la pesca artesanal. Para el visitante que desea conocer y disfrutar de las playas de arenas blancas y el cálido ambiente de Coche, la isla dispone de excelentes hoteles, planes de visita de un día y restaurantes típicos, donde preparan exquisitos platos con frutos del mar. Coche es sitio de referencia para la práctica de windsurfing y ya es muy popular el recorrido entre la isla y playa El Yaque en Margarita. Para ir a Coche puede abordar el ferry desde Punta de Piedras en Margarita o utilizar el servicio de transporte en lancha desde playa El Yaque y La Isleta. Posada en la Isla de Cosche. Turismo de Margarita, Venezuela En la isla de Cubagua, la abundancia de perlas atrajo a exploradores y comerciantes desde 1501, lo que dio origen a una ciudad maravillosa e inverosímil conocida como Nueva Cádiz, primera ciudad constituida en América del Sur. La explotación de perlas fue intensa e inhumana, pues era realizada por esclavos negros e indios, quienes debían bucear de sol a sol para extraer de los ostrales la muy cotizada joya. La producción de los ostra les menguó hasta casi desaparecer y la pujante ciudad se fue quedando sola, hasta que un terremoto destruyó cuanto había en pie. Hoy en Cubagua sólo quedan las ruinas de Nueva Cádiz y algunos pescadores en sus rancherías provisionales, sin embargo, usted podrá disfrutar de sus playas de arena fina y aguas cristalinas y observar la rica vida submarina que se desarrolla en las zonas de arrecife de coral. Para ir hasta Cubagua es posible contratar a un lanchero desde algunos pueblos del sur de la isla, como Punta de Piedras, Punta de Mangle, playa El Yaque y La Isleta. Costumbres y artesanía En La Asunción se inicia un recorrido por los pueblos de Margarita que, a pesar de los grandes cambios ocurridos en la isla, han conservado la forma tradicional de confeccionar los artículos típicos. La primera parada es en Tacarigua, conocido como "el pueblo de las cachapas", porque allí se preparan estas tortas de maíz, que generalmente se acompañan con queso. La vida cultural del pueblo es intensa y los artesanos elaboran y venden variados artículos típicos; en sus calles se respira un aire de laboriosidad y compromiso con las tradiciones margariteñas. En dirección noroeste se encuentra la villa de Santa Ana del Norte, enclavada en un ambiente de montaña donde llega el influjo de la brisa marina, lo que da a sus verdes colinas un agradable clima de pureza que invita al descanso y la meditación. La artesanía y las manualidades son fuente de trabajo constante para las mujeres de Santa Ana, de donde son famosas las hamacas y chinchorros. Santa Ana se destaca en la historia, ya que fue en su iglesia, construida en el siglo XVIII, donde Bolívar firmó el abandono a su política de Guerra a Muerte y proclamó la Tercera República. Este hecho histórico se celebra en Margarita cada 4 de mayo e implica la paralización total de las actividades. Al oeste de la ciudad se encuentra el fortín España, construido sobre una colina, desde donde se contempla el valle y la costa hacia Juangriego. Al norte de Santa Ana está La Vecindad, famoso por la confección de hamacas, y hacia el sur están El Cercado y El Maco. Durante generaciones, los habitantes de El Cercado han mantenido la tradición heredada de los indígenas de recolectar, moldear y cocer el barro en piezas utilitarias. Aquí, las puertas de las casas están siempre abiertas para mostrar los faroles, vasijas, tinajas, platos, sartenes y botellas. En Fuentidueño, al sudeste, los pobladores preparan los dulces típicos, como el piñonate, el dulce de lechoza y la jalea de mango; mientras que en San Juan Bautista, un agradable pueblo de artesanos y agricultores, se elaboran sombreros y carteras con la fibra de la palma datilera, la cual es cultivada en sus fértiles valles. Para completar el recorrido vale la pena desviarse hasta el caserío Tacuantar, donde podrá visitar el Museo de Arte Popular y apreciar la riqueza artesanal y la creatividad venezolanas plasmadas en objetos de uso cotidiano. Información general Ubicación: la isla de Margarita está ubicada en el mar Caribe, al noreste de Venezuela. Junto con las islas Coche y Cubagua integra el estado Nueva Esparta. Superficie: 940 km2 Clima: cálido y seco. Temperaturas entre 24 y 3700 C. Temporada de lluvia entre agosto y octubre. Moneda: la moneda de curso legal es el bolívar. Las tarjetas de crédito son aceptadas como forma de pago en la mayoría de los establecimientos. Transporte: Margarita posee excelente vialidad. Sólo el acceso a algunas playas en la península de Macanao requiere de un vehículo de doble tracción. Las rutas de transporte público cubren la mayoría de los sitios turísticos de la isla. Alquiler de vehículos: en el aeropuerto y en Porlamar se encuentran las principales agencias de alquiler de vehículos. Cómo llegar: a Margarita se llega por avión en vuelos comerciales y chárter desde las principales ciudades de Europa y América, en vuelos nacionales desde las principales ciudades del país y en excursiones programadas incluidas en la oferta turística dentro de Venezuela. Desde La Guaira y Puerto La Cruz salen ferrys hacia la isla. Opciones: desde Margarita es posible hacer conexiones hacia otros lugares de Venezuela, como La Blanquilla, el Parque Nacional Archipiélago Los Roques, el Salto Kerapacupai-merú y Kavac en el Parque Nacional Canaima, los Andes, los Llanos y la selva nublada del Parque Nacional Henri Pittier, entre otros.